lunes, 27 de agosto de 2007

EL AÑO QUE MIS PADRES SE FUERON DE VACACIONES (2006)

de Cao Hamburger

Michel Joelsas (Mauro), Daniela Piepszyk (Hanna), Germano Hauit (Shlomo)

1970. Brasil está sumido en una violenta dictadura militar presidida por Emilio Garrastazu Médici, que liquida y 'desaparece' a cualquier activista subversivo enemigo de las normas dictatoriales regentes. En paralelo, en México, se juega el mundial de fútbol en el cual el equipo brasileño sería protagonista al convertirse en tricampeón. El temor y el júbilo -dos sensaciones tan contrastantes- conviven en el contexto narrado de ese período histórico del Brasil. El primero provocado por la caza indiscriminada de rebeldes con causa de la dictadura, con el agregado de la opresión de acción y expresión para con el pueblo por parte del poder, que consideraba a la coacción como recurso correctivo; el segundo es consecuencia emocional de la expectante cita deportiva celebarada en el país del norte, haciendo las veces realidad evasiva (para todas las castas y razas) ante los acontecimientos violentos y frustrantes en el ámbito social y político. Ambos sentimientos confluyen en el Brasil de los '70 provocando una época ambigua en impresiones emotivas. La población entera cual niños prefieren entregarse a la pasión del fútbol a la vez que esperan con melancolía el regreso de la otrora paz y democracia. Mauro, un niño de 12 años, es el protagonista y personificación del Brasil de ese periodo. Él espera a sus padres, sus educadores, los forjadores de sus valores; como, también, los adultos esperan el regreso del sistema político que les instruyó las bases de sus cánones morales. Ambos esperan lo que los hizo como son.

Mauro vive en Belo Horizonte. Un día como cualquiera sus padres toman unas 'vacaciones' forzadas con un semblante muy sospechoso, antes se dirigen apresuradamente a Bom Retiro (Sao Paulo), lugar residencial de descendientes judíos e italianos, para dejarlo a cargo de su abuelo, sin saber que falleció instantes antes de su arribo. Ellos prometen regresar para el mundial de fútbol, dejándolo a la expectativa por ese retorno. Entonces, Mauro, sin abuelo vivo que lo reciba, queda a la deriva. Al rato es encontrado por un viejo judío amigo del fallecido llamado Shlomo, quien lo recibe y le da custodio hasta la eventual vuelta de sus tutores. En esa circunstancia la película se desenvuelve con una frescura peculiar, inocencia contemplativa y atribulado optimismo. En el mismo espacio temporal del Brasil dictatorial se sufre tanto -o más- de lo que se goza, los ratos de alegría son esporádicos pues el contexto de miedo y opresión es el general, el que ambienta, el que cubre todo. En esa situación los ratos futboleros iluminan la abrumadora oscuridad vivencial.

El año que mis padres se fueron de vacaciones es una película divertida, alegre, narrada desde la perspectiva de un niño, que sufre la ausencia del confort de sus padres, pero que disfruta el jolgorio del mundial. El Brasil timorato de los '70 es representado por un Mauro que evade la realidad en el regocijo de la concepción de sus sueños, como la etapa de la formación de los mismos. Las escenas violentas no están exentas de elipsis, pero tampoco es un palmario de sadismo, mostrándose sólo los forcejeos entre los ejecutores de la 'ley' y los supuestos rebeldes como fiel retrato de esa realidad dictadora. Para mejor disfrute del film sería conveniente situarnos emocionalmente en el contexto de ese Brasil sufrido, y así entender las pulsiones de sus personajes. Recomendación válida para la mayor asimilación posible de todo film, pues toda obra se realizó en un contexto con particularidades propias, que sirvieron como inspiraciones catárticas o, simplemente, como registro para una representación fidedigna de la época.

El año que mis padres se fueron de vacaciones toma fuerza por el contraste emocional de ese entorno representado: el miedo y la alegría, lo adulto y lo infante respectivamente, paradigmas que confluyen en los matches mundialistas. La alegría de los niños, apartados y desentendidos, de lo 'real' contagian a Mauro que entristecía progresivamente a raíz de su obvio abandono, y así éste, que asimilaba la congoja adulta, es liberado por el ímpetu de la inocencia infantil. La alegría es el mejor refugio para los deprimidos, sugiriéndose como escape para ese dolor. Los juegos y el fútbol esbozan sonrisas entre esas lágrimas de represión.


Cao Hamburger hace una película para niños, sabiendo que eso acarrea la presencia adulta en su visionado captando audazmente las miradas jóvenes y desconocidas de esa verdad retratada como también de los testigos y víctimas de las acciones de ese tirano ejecutivo, mostrándoles una visión melancólica pero animosa de ese lúgubre pasado a quienes estuvieron presentes y a quienes no; por eso, el 'público objetivo' de El año que mis padres... es amplio: niños, adolescentes, adultos y 'viejitos', en otras palabras apto para todos, para toda la familia. Hamburger pretende hacernos pasar un buen rato con la redención del dolor, con la frescura niñata y la inocente ignorancia contextual. Nadie es ajeno a un sufrimiento generalizado, todos sentimos el dolor directa o indirectamente cuando la cabeza de una nación es la que nos lo proporciona, pero siempre hay una salida u omisión de esa verdad, hacernos los de oídos sordos u ojos ciegos; porque entregarse a esa realidad es una insinuación de masoquismo no considerada como opción por el brasileño, quien nos propone, tras el rostro de Mauro y compañía, ponerle buena cara al mal tiempo...


...La madre de Mauro regresa por él después de lo prometido... El tiempo democrático y pacífico llegó después de lo esperado... Entonces, recibimos el mensaje 'esperanzador' de sufrir para conseguir, porque "No hay mal que dure por 100 años, ni cuerpo que lo resista". Hamburger es superlativemente optimista aunque en buen grado ingenuo, pero nos cuenta historias compatibles a su razón, en las cuales nos dice verdades angustiadoras pero, asimismo, consoladoras en su desenlace. Cao Hamburger es un buen referente del cine familiar, y eso no es motivo de desdén.

LA EDAD DE LA PESETA (2006)

de Pavel Giroud

Mercedes Sampietro (Violeta), Iván Carreira (Samuel), Susana Tejera ( Alicia), José Ángel Egido (Don Ramón)

La edad de la peseta es una coproducción entre Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográfica, Mediapro, de España, y Alter Producciones, de Venezuela. Esta unión de fuerzas me trae a la inmediatez tormentosas reminiscencias por el desafortunado caso de La mujer de mi hermano (esperpento 'multipátrida', aparentemente mexicano, convocador de un seudo dream team latino-actoral, pellizcando faces carismáticas de distintos países de nuestra región con el descarado objetivo de vender su 'comercial de shampoo' hasta donde su insípido chicle se pueda estirar), la cual, lamentablemente, comparte características negativas con la ópera prima de Giroud, como la aparición injustificada de Mercedes Sampietro. Nadie pone en cuestión su indudable talento, pero como madre de una mujer cubana y abuela de un niño cubano también ¿No sería geográficamente 'correcto' que esta señora fuera también cubana? ¿No hay buenas actrices maduras en la isla tropical? O, ¿es que una vez más los productores quieren revivir su época dorada, donde ellos daban la última palabra? Señores aprendan a respetar la historia y saber que todo tiene, y tuvo, su tiempo.

¿Por qué es tan denunciado este método de realización? Sin duda es plausible el apoyo económico brindado las productoras, además que grandes obras han sido producto de estas alianzas como es el caso de Caché, de Michael Haneke, pero cuando el arrogante poder de los poseedores del dinero se insmiscuyen en el proceso creativo se formulan bodrios como el anteriormente mecionado La mujer de mi hermano, opacando así las bondades que tantas veces han proporcionado estos acuerdos internacionales. Es cierto que en cualquier circunstancia se realizan películas prescindibles y nefastas, pero la insuflación de rostros y voces extranjeros(as) descontextualizados(as) del relato contado, como -ismos y dejos disonantes y confusos, más algunas apariciones gratuitas de gente internacionalmente reconocible son estigmas inherentes en este tipo de (co)productos. Por eso, la flagrante e insultante manipulación de las masas expectantes es una deshonestidad tal que desciende el nivel del producto (el film) a ínfimo, pues sus características vergonzosamente calculadoras son dignas de repudio general... Sí señores, el cine es también un negocio lucrativo, pero hay formas más dignas de vender un producto que morboseando, titiriteando o repitiendo las palabras mágicas (fórmulas) hasta el hartazgo. Sé que no son artistas señores productores, pues entonces no se metan en el arte.

Volviendo al motivo del artículo... el debut en el largo de Pavel Giroud se sitúa en la Cuba pre-revolucionaria de 1958, cuando Alicia, tras su último fracaso amoroso, y su hijo Samuel regresan a la casa de Violeta, madre y abuela respectivamente de los hijos pródigos, para una reestructuración en sus vidas. Ellos encontrarían a una mujer huraña, arisca, solitaria y, asimismo, arraigada a sus costumbres. Samuel, quien transcurre la edad de la peseta (que no es ni pubertad ni adolescencia) se rebela a lo que antes le parecía intrascendente y omitible: los numerosos amantes de su madre, las faltas de atenciones hacia él, etc.

A pesar de sus defectos, La edad de la peseta posee algunas gracias que le confieren dinamismo y simpatía, más algunas visiones personales del autor, que felizmente no fueron trastocadas, como la personificación de la TV a través de una impúdica mujer que representa la iniciación en la morbosidad del mundo para los niños; la simpática alusión a la fastástica cuarta dimensión, lugar misterioso donde se encontraría todo lo perdido en el mundo real y que, a fin de cuentas, sería el nexo amistoso entre Samuel y su abuela; los carteles explicativos de la situación a tratarse, que nos indicaban la propuesta de la escena realizada y el trasfondo de la misma; el tratamiento pertinente de la fotografía con tonalidades luminosas y pasteles, al igual que los escenarios con la misma intención cromática; el ambiente infantil se percibe en cada plano de la película, hasta en la escenas más 'adultas' se presencia semiología referente a la inocencia y vivacidad . La edad de la peseta apela a la empatía con el niño transeúnte entre el infantilismo y su despertar pasional, identificando así sus amores y temores, como también viviendo sus primeras ilusiones y desencantos. La edad de la peseta aunque no es novedosa en esa lid, ni tampoco la mejor exponente, es fresca y correcta; no pretende en lo argumental más de lo que demuestra, denotando una sinceridad merecedora de reconocimiento. Giruod, metódico con el melodrama, recurre a la sensibilización facilista y perdurable de la historia, intentando explotarla con resultados contraproducentes, pues éste se convirte en su peor defecto de concepción. El desenlace fuerza las emociones sin éxito por el destino invariable hacia Norteamérica de un Samuel disconforme con la decisión pero imposibilitado de elección por su dependencia de tutores. Ese epílogo relativo al permanente dilema de la migración anticomunista, tema manido hasta la saciedad por los cubanos, provoca más rechazo y antipatía que congoja y melancolía como es la propuesta inicial, pues el mangoneo deliberado de las emociones termina estropeando el feedback positivo que se pudo haber conseguido.
La edad de la peseta augura un mejor futuro para Giroud, si omite esos encargos tan engorrosos y sepultadores como el que pergeñó, aunque posee defectos de linealidad y convencionalismos narrativos muy marcados, tiene el talento de saber contar una historia con un ritmo apreciable y distraído. Talento por el que Michael Bay vendería su alma.

sábado, 25 de agosto de 2007

STRANGER THAN PARADISE (1984)

de Jim Jarmusch

John Lurie (Willie), Richard Edson (Eddie), Eszter Balint (Eva)

Allá por 1982 Jarmusch realiza un mediometraje llamado 'The New world', que cuenta la llegada de una chica húngara (Eva) a América para hospedarse por 10 días en el apartamento de su automarginado primo (Willie) -también de origen húngaro pero avergonzado de ello- hasta que parta 'permanentemente' hacia Cleveland a la casa de su tía.
En esta obra Jarmusch cimenta las bases de su cine, de sus inquietudes ideológicas, de cómo relatarlas. Los excluídos del sistema siguen siendo su materia prima a explotar.
Dos años después de la realización de ese mediometraje Jarmusch se embarcaría a la consolidación de la idea más la amplificación de la misma, 'agregando' dos capítulos más a la historia. A The new world se le unirían One year later y 'Paradise' para dar como resultado Stranger than paradise, segundo largo y obra revelación del director, en la cual se apela al relato contemplativo de ritmo taciturno a diferencia de las situaciones descontextualizadas de Permanent vacation.
La utilización del B/N contextualiza a los personajes en una sosa monotonía, donde no se haya más que el aburrimiento, la consolidación de su monolitismo y de su monocromía. Son atrapados en encuadres claustrofóbicos, habitaciones reducidas o ambientes abiertos pero insípidos. Esto apoyado con la estaticidad de la cámara que sólo se mueve sobre su eje, más los cortes secos secundados con carteles negros que no duran más del segundo, dando la atmósfera propicia de apartamiento, de aislamiento entre cada acto, de la inexistencia de una organización lineal ni de un carácter sistemático entre sus actividades diarias, perceptiblemente esporádicas. Sus errancias denotan desarraigo, pero también rebeldía hacia la sumisión de los avatares del destino. Por eso, le concede un irónico protagonismo al azar, que se ofrece como materia manejable, como arma, como asta de toro, el cual puede ser explotado sin ser garantía de éxito, sino simplemente el desahogo hacia la inoperancia. Los protagonistas van a buscar el paraíso, mas no se dirigen hacia éste como si se tratase de un rumbo fijo; se elaboran expectativas hacia un determinado destino (Florida) por la imperiosa necesidad de la existencia de una referencia -para no divagar, aunque paradojicamente lo hacen- y no porque se le acuñe el adjetivo de 'tierra prometida' invariable a un contexto determinado.
Stranger than paradise es el relato de una reacción en cadena triangular proescapismo: Eva irrumpe la rutina de Willie; éste influye mucho en los actos de Eddie, el cual es necesario para llenar la soledad de Willie. Willie una vez motivado -después de un año- por unas necesarias vacaciones va en busca de Eva, en compañía de Eddie, para rescatarla de la monotonía en la que está presa. Los tres juntos poseen la esencia de Allie, de Permanent vacation, quien buscaba novedad por sus propios medios. En Stranger than paradise existe la dependencia como si de un trípode se tratara. En la uruguaya Whisky, de la dupla Rebella-Stoll, denota esa influencia, de la motivación subliminal para buscar reidentificación en el trío protagónico. En la de Jarmusch lo subliminal no existe, pues las proposiciones son explícitas y no sugeridas como en Whisky.
Como ya he mencionado, Allie y Eva-Willie-Eddie tienen la misma esencia, la misma necesidad, las mismas perspectivas; lo novedoso es efímero y por eso hay que estar en constante movimiento, en una búsqueda atribulada de un hábitat propicio. Es un eufemismo decir que los cuatro están en vacaciones permanentes, cuando en realidad están permanenemente atrapados en la cotidianeidad vivencial. Por más que se muevan no hay nada qué encontrar, qué descubrir; las locaciones no dan identidad, y ese es un estigma sicológico de los personajes Jarmusch, quienes están destinados a sufrir el desencanto en la develación de sus temores hechos tangibles.
Jarmusch profundiza su perspectiva en su segundo largo, que es más prolijo y digerible que su ópera prima. Plantea las mismas interrogantes y propone las mismas respuestas. Se percibe un cambio de ánimo en el tratamiento del dilemo. En Stranger... le da cabida al azar para ironizar el relato, muchos gags cuasi intelectuales muestran a Jarmusch con su misma percepción, mas no con el mismo estado de ánimo. Por características como esta se comete el burdo error de encasillar al cine de Jarmusch en comedia cuando no hay nada más alejado que ese adjetivo que se le atribuye.
Los tres cápítulos proponen un aumento progresivo en la interrogante del destino final de los protagonistas. En The New World Eva llega a América e incomoda la rutina de su primo, este arribo le parovocan, a él, implícitas reminiscencias de su origen y motivos de autoexilio. Eva lleva en las mismas condiciones y para los mismos objetivos. Ella proyecta en el estado de Willie su resignada realidad en un futuro cercano, ésa es la aparición del estigma Jarmusch: la desilución ante la novedad. A los 10 días Eva parte a Cleveland a encontrarse con su tía, ahí empezará nuevamente el proceso descendente de estímulo ante lo desconocido. Eva ya no tiene expectativas asumió al nuevo mundo como el mismo mundo.
En One last year Eva no está presente en el ambiente de Willie, New York, su ausencia motiva una reflexión en él, buscará una salida al unilateralismo cotidiano, a lo geométrico... unas vacaciones amagan una solución. Cleveland, es el primer destino, el reencuentro con Eva. Willie y Eddie llegan allí para solo desencantarse al presenciar las mismas características que ellos dejaron atrás en New York. El 'paraíso' se esboza como salvadora en la compañía de Eva irán en busca de ésta.
'Paradise', el último capítulo del film es la concreción de su desilusión, de la similitud en todo contexto aparentemente desconocido. No hay forma de encontrar algo nuevo si ellos no cambian primero. Jarmusch nos envía una apología a la introspección, que considera como método correcto para tentar nuevas perspectivas, verdaderos nuevos mundos, para quizá poder aspirar recién a un paraíso que si concidera existente, pero tras un debido proceso identificativo.
Jarmusch no necesita agitación emocional, tampoco argumento atrayente, sólo ser sincero con sus propuestas, no disfrazarlas con lacrimógenos episodios ni muertos maníqueos moralistas. Nos lleva de la mano en un lineal paseo en auto, calmo y develador, que desnuda las pulsiones de sus protagonistas, quienes ejecutan sus destinos sin ningún apremio. La cámara, y nosotros, los miramos (ojalá) atentamente para darnos cuenta que ellos hicieron mucho sin hacer, simuladamente, nada.

jueves, 23 de agosto de 2007

PERMANENT VACATION (1980)

de Jim Jarmusch

Chris Parker (Allie Parker)

Jim Jarmusch (1953) es el autor independiente norteamericano por antonomasia. En sus filmes figuran rostros marginales y penadores, que pueden ser disímiles en contexto (social, cultural, etc.) pero muy similares en la percepción de sus entornos. Jarmusch no cree en el drama ni en la tragedia como motores inspiradores de (sus) historias; es más, cree fervientemente en la linealidad de la vida, escasa de vértigo y emoción, pues así la retrata en sus testimonios fílmicos, en los cuales busca códigos que ayuden a sus personajes a identificarse con su realidad vivencial.

A raíz de esto nace la interrogante primaria de saber si nuestro entorno nos hace quienes somos... Jarmusch responde con Permenent vacation, su ópera prima, que sugiere la generalización de los contextos (el mundo) en relación al propio, al de nuestra comunidad misma, para entender que el territorio no es dador ni forjador de identidad, ni tampoco sus componentes humanos, sino la percepción de los mismos; adaptar nuestra visión del mundo con la realidad eventual ¿Es posible reestructurar nuestra ideología apreciativa forjada en nuestra educación inicial? Jarmusch en su primer testimonio audiovisual muestra lo errante como búsqueda de solución infructífera, donde las idas y vueltas indican divagación, mas no arraigo o descubrimiento de un hábitat propicio. Permanent vacation discurre por lo suburbial (en tierra de nadie), donde el hombre muestra su capacidad de supervivencia en la jungla de cemento, pues la 'civilización' no obliga profundas pruebas de fe, sino el entorno desprotegido y olvidado. Los atrapados en la linealidad rutinaria , de la gran ciudad, forman parte de una matriz sistemática parecida a la locura. Según nos indica la primera toma en la cual el pueblo convive con la lentitud de los episodios cotidianos repetidos, más algunos diálogos aislados en el transcurso del film.

Allie es el protagonista de esta historia sin desvaríos, llana, quien busca lo que sabe inexistente, pues su pesquisa no se encuentra en edificios ni firmamentos nuevos sino en su subjetiva visión del mundo. Él percibe simetría en cada esquina, pues se considera un outsider adelantado -o atrasado- a su época, de ideología inintelegible para los pacatos arraigados a las convenciones sociales. Allie sigue sus impulsos ávidos de novedades duraderas, pero la fantasía de lo novedoso se desvanece cuando la presencia por un corto instante. New York es simple y aburrido, los otros sitios donde estuvo también; el hombre es insulso, predecible y lineal, carece de drama y emociones adrenalínicas en su vida por orden natural... Ser hombre (humano) es el peor defecto de Allie.

Las campanadas sonantes desnudan su estado de nómade, de desubicación, de anacronismo. Busca reconciliación con su pasado (visita a su finca bombardeada y a su madre insana) pero esto solamente le confirma que una reestructuración es la mejor opción, sus cánones morales ya están afianzados en su subconsciente, por eso la mudanza de contexto es su último recurso, aunque sabe que en esta evasión no hallará respuesta. Para Allie la identificación se antepone al placer; roba un auto para cumplir su fantasia, pero lo vende para un pasaje al redescubrimiento, a París, su próxima decepción.

Jarmusch nos brinda su peculiar mirada de un New York caótico, discriminatorio, insulso y claustrofóbico, que atrapa a sus habitantes en círculos visiosos monótonos y desoladores, donde cada quien baila con su propia sombra. Los diversos lugares del orbe no brindan identificaciones características, según Jarmusch, sino la personalidad y aspiración del individuo. Allie se va a París, al mismo tiempo que un parisino llega a New York en pro de una búsqueda similar a la del protagonista. Intercambio equivalente entre dos sujetos decepcionados y pertinaces, pero optimistas y proactivos.

Permanent vacation apela al delirio moderado del surrealismo en su forma más convencional: situaciones inusuales en los contextos más comunes, como personajes disímiles para la realidad en los que se muestran. La elocuencia de Jarmusch hilvana el 'desorden' circunstancial de los acontecimientos con su mensaje lúcido de la caótica plaza que retrata, mostrando lirismo tangible lindante con lo onírico.

La puesta en escena es la más simple y llana de la filmografía Jarmusch y, probablemente, de todo el cine norteamericano. Jarmusch lleva al indie a otro nivel de minimalismo, bofetea al mainstream con su expresión llana en recursos tanto técnicos como artísticos. Demuestra que la personalidad ideológica es una virtud de lo más valorada en un autor, quien deja de lado los fajos regordetes de 'verdes' -o plomos- dólares para abrir su sencillera -o romper su alcancia- y expresar tras el cine sus más profundas apreciaciones de la vida misma. La maestría de decir mucho con lo aparentemente nulo y anecdótico, del aislamiento de circunstancias que narran más de lo que la primera vista proporciona. Jarmusch pide -harto- compromiso para con sus filmes, ojos bien abiertos y cabeza despejada. Si no es el caso, como Allie, divagaremos en un relato incongruente, tedioso, surrealmente desubicado e intolerable....

Antes de ver a Jarmusch lo más recomendable es una buena 'lavada de cara'.

martes, 21 de agosto de 2007

EXPERIENCIAS CON Y EN EL CINE IV

Si llevas más de un mes asistiendo a los cineclubes puedes detectar que la programación es repetitiva y, por consecuencia, insípida; que son películas en DVD proyectadas como si de 35mm o 16mm se trataran. Se entiende entonces la gratuidad o costo mínimo de su servicio (S/. 2.00 como máximo), con la lamentable excepción del Cinematógrafo de Barramco (alias el DVDiógrafo) que cobra S/6.00 por un incódomo e insatisfactorio visionado.
Los títulos repetidos hasta el hartazgo en los cineclubes limeños se pueden encontrar, más una gran variedad adicional en Polvos Azules, Meca de la cinefilia hogareña actual. Sólo basta ahorrar unos S/4.00 (no incluídos los pasajes) para disfrutar de una obra maestra en la comodidad de tu casa. ¿No es hermoso nuestro informal país? Hacerle caso al discurso moralista propagandístico, pseudo publicitario, en contra de la piratería es resiganarse con las multisalas para encuentros con el esperpento llamado Transformers; el antipático Harry Potter, y su saga interminable; y los super poderes figuretti de los 4 Fantásticos. Si no tenemos variedad, entonces, ¿nos llenamos la masa cerebral con Silver Surfer y sus piruetas aéreas, o con un robotito transformándose en Tico? La propaganda en cuestión nos indica implícutamente que el cine es para chapar con la enamorada o para comprar el super combo canchero, porque la cultura de las multisalas no puede estar más lejos... OK señores (legales) vayamos al cine (legal) para ver el ego audiovisual gringo durante todo el año ¿Apoyar al cine peruano? No las apoyo sino las visiono, porque el común de los ciudadanos tiene la curiosidad de conocer su realidad actual (política, social, cinematográfica, etc.) El cine recibirá visitas cuando se atrevan a mostrar novedades, y el cine peruano lo es. No acuñen el sentimental argumento de que el cine peruano necesita de nuestro apoyo, al contrario nosotros necesitamos de ellos, pues el país carece de identidad fílmica y el pueblo siente verguenza de esa realidad. Además, los espectadores no somos materia caritativa como nos suplican los anuncios... Señores, no pidan huevos al perro, pues si no hay calidad, tampoco usuarios. Los espectadores merecemos el mayor de los respetos y ustedes con su propuesta no nos lo conceden.
Por eso, y más, Polvos azules crece en afluencia de público, porque las distribuidoras y multisalas se lo sirven en bandeja dorada. Cineplanet, UVK y Cinemark le dan la espalda a Dumont, los Dardenne, los Coen, Oliveira, Haneke y un largo etc. para darle paso, con alfombra roja, a los Wayans, Bay, Potter y más infames personajes.
Yo seguiré yendo a Polvos para nutrirme de cinematografía mundial, pues no me resigno a ver gringos calabazones todo, y todos, los años, ya que teniendo variedad y calidad a precio de ganga sería excesivamente tonto - y masoquista- ir a las multisalas citadas a sufrir calvarios de 90 minutos.
Felizmente que la Meca pirata DVDiógrafa está geográficamente céntrica, sólo S/0.50 son necesarios para ir y entretenerse con regordetes catálogos de filmes que nunca vi en canales televisivos ni tampoco en cartelera limeña... Meto mano al bolsillo, recojo S/4.00, intercambio un par de palabras con el vendedor y quedo listo para llevarme una obra maestra cinematográfica a casa. Supera eso 'Formalidad'...
Para finalizar -por hoy- redacto este párrafo para expresar -después de toda esa bilis- mi optimismo al cambio, aunque lo más probable es que suceda cuando Babe o Porky surfeen por los cielos como el plateado tablista.

sábado, 18 de agosto de 2007

WHISKY (2004)

de Juan Pablo Rebella y Pablo Stoll
Andrés Pazos (Jacobo Kholer), Mirella Pascual (Martha Acuña), Jorge Bolani (Herman Kholer)
¿Qué o quién establece la monotonía en nuestras vidas? ¿Acaso nosotros mismos?... Si es así, ¿entonces salir de ésta no nos corresponde también?. Eso es lo que propone la última, de las últimas (Q.E.P.D Rebella), película de la dupla uruguaya Rebella-Stoll: la resignada verguenza frente a la monotonía, y lo que es capaz de hacerse para no aceptarla frente al resto, más lo que se pueda descubrir en el proceso. Whisky narra la reacción en cadena antirutina entre Herman (hermano de Jacobo, empresario de éxito 'desaparecido' del Uruguay desde hace 20 años), Jacobo (modesto productor de medias) y Martha (su empleada de confianza, quien acepta ser 'esposa' de Jacobo mientras Herman esté en Uruguay).
Jocobo vive la paradoja de percibir dinamismo en su reiterada rutina donde se respira habitualidad por todos los flancos. Está compenetrado con ella -la toma subjetiva al inicio del film así lo indica, en la cual penetra SU contexto a un ritmo taciturno, pero propio- de tal modo que una variación significaría una reestructuración cuasi completa de su vida; posibilidad a la cual es renuente. La situación cambia (forzosamente) cuando Herman llega a Montevideo con la excusa de celebrar la 'misa' (judía) en nombre de su madre. ¿Lo llevaría ese motivo de vuelta a Uruguay? ¿Remordimiento?, o ¿evasión de su, también, monótona vida brasileira? Jacobo sufre ese regreso como el manifiesto de su realidad. Su rutina y actualidad son vergonzosas, y él lo sabe. ¿Qué hará para disfrazar su deprimente estado? Martha es la más cercana, y en ella se esboza una solución... para ambos.
Jacobo y Martha viven la constante de los mismos episodios diarios, repetitivos pero abiertos para un cambio natural que nunca se logra dar. La visita ilumina el cuadro monolítico de sus vidas con tenue brillo que sólo depende de ellos hacerla fulgor. Jacobo necesita escaparse de la verguenza, y Martha necesita algo más que tejer medias; necesidad que los lleva al absurdo del matrimonio falso. Ese es el efecto en cadena al que me refería: tres almas solitarias que deciden salir de su unilateralismo, circunstancia en la cual uno incita al otro. (Herman -eslabón incisivo capital- a Jacobo, y Jacobo a Martha).
Whisky es el retrato de la falsedad, de la evasión; que puede ser efímera o perdurable. Depende de los intérpretes de la antirutina, quienes saben que la explotación de ésta puede convertirla en eso de lo que huyen; por eso, eligen localidad neutra (Piriápolis) para distenderse hasta que el tiempo límite llegue. En Piriápolis las tensiones se aflojan y sueltan a los intérpretes quienes revelan implícitamente sus pesares, su falsedad... Los mismos hechos los delatan: las incosistencias, la apatía, la improvisación de esas nuevas vidas- tan nuevas que no se compaginan para urdir un engaño tan desacarado como el que se pretende. Piriápolis enrostra las verdades -lo que ya no se puede ocultar- develadas en humillantes episodios como la comparación contrastante entre las parejas de recién casados (Jacobo y Martha - Dos jóvenes)en el hotel. Difieren tanto en emotividad y expresividad que desnuda totalmente la farsa ante el 'engañado', Herman.
Todo regresará a su lugar de origen, pero no todos asumen una aventura como lo que es. Martha ha aprendido (en Piriápolis) que no es un monolito; por eso, ha decidido dejar las viejas máquinas de medias, las solícitas atenciones a Don Jacobo y la supervisión de chicas que no la necesitan. Las máquinas suenan, trabajan, producen... sin Martha.
Whisky es una película lograda, contemplativa con sus personajes (como es la recurrencia del Nuevo cine argentino a la cual los uruguayos parecen estar afianzados), quienes no necesitan de visión introspectiva para denotarles sus tensiones, sus divagaciones, sus pudores. Éstos no tienen nada más que mostrarnos que en lo que pueden convertirse en ese proceso de de evasión, de redescubrimiento. Nada podría saberse antes del final, pues las conclusiones siempre se distinguen en el desenlace; y eso esperaron, los tres, para poder juzgarse. Jacobo y Herman tienen fuerte arraigo a su vida aburrida totalmente voluntaria. ¿Martha? Se da una segunda oportunidad...

jueves, 16 de agosto de 2007

EXPERIENCIAS CON Y EN EL CINE III

Asiduo explotador de la gratuidad cineclubista reflexionaba para cómo hacer tangible mi propósito: la realización cinematográfica... No soy escéptico del autodidactismo, pero la semiología audiovisual no se aprende precariamente, sino tras la pedagogía de sus cánones. Por eso, la búsqueda de un centro educador de este lenguaje se convirtió en mi objetivo a plazo mínimo.
Las páginas amarillas fueron mi, primer y último, recurso utilizado para la elección de mi destino académico; el popular Charles Chaplin. Elección quitatrasero a la parafernalia universitaria; sus soporíferas y someras asignaturas (Ciudadanía, Ética, Teología, Física, Química, etc., etc.), su larga duración en el tiempo (5 años mínimo), su profusión teórica ampliamente mayor a la práctica y su sobrevalorada pensión monetaria.
La Chaplin ofrece 'clases' de -y para- cine en su carrera DT (Dirección de cine y televisión), pero cobardemente me hundí en la cachuelera CA (Comunicación audiovisual). Instructora del arte del merodeo y predicadora de la supervivencia bachiller anti-taxista. Cursos que dictan poco de mucho y mucho de nada. ¿Aspectos favorables? El cúmulo de trabajos prácticos a realizarse durante el ciclo (recreos largos y productivos para mi objetivo primordial). Encargos estimulantes que ya perdieron gracia a esta instancia de la carrera (4to. ciclo) por su dedicación íntegra a lo publicitario... Insípido y limitante.
A estas instancias, he perdido el interés en lo que queda de mi carrera. Estoy viviendo el calvario de mi error, sufriendo plenamente las consecuencias de mi cobardía. Ahora, ahogo mis penas con incesantes visionados, investigaciones reveladoras, catarsis crítica-analíticas y esporádicas producciones ultraindependientes en compañia de amigos aventureros y outsiders.
Me resta poco más de un año para terminar de asumir -con todas sus contras- mi equívoca decisión. Luego, no sé si el Perú sea la mejor plaza para buscar reinvindicacción. Respuesta que el tiempo contestará...
Si no se suscitan cambios inesperados estaría buscando mi revancha al sureste, donde el río no es lila ni rimense, sino azul y platense... Ya veremos.

UNA SOMBRA AL FRENTE (2007)

de Augusto Tamayo San Román

Diego Bertie (Enrique Aet), Vanessa Saba (Doris Beltrán), Gonzalo Molina (Oswaldo Aet), Paul Vega(Rodolfo Rodríguez), Alberto Ísola(Don Beltrán)

Una sombra al frente, La última película de Augusto Tamayo, fue el film peruano que más expectativas despertó en el marco del festival limeño. Estuve en su estreno y doy constancia de esa premisa: estreno a sala llena, entusiasmo casi desbordante y reunión familiar para su visionado. Creo yo, la única película que convocó público de todas las edades.
La pantalla mostraba los créditos mientras yo sufría un conflicto interno sobre la realidad de nuestro cine (su público, sus intérpretes y, sobre todo, su presente) provocado por la aprobación de una considerable mayoría. Efervescentes aplausos y frases juiciosas como “excelente película” , “muy bonita”, etc. iban en contraste con mi apreciación final. Motivos que intentaré dilucidar a continuación.
Enrique Aet (Diego Bertie) es un ingeniero aristócrata constructor de caminos, cuya mayor ambición es la misma – qué casualidad- que la del (los)gobierno(s) de turno: la comunicación con el oriente amazónico peruano. Su adjudicación del premio CONACINE despierta suspicacias, mas no sorpresas, pues como entidad del Estado premia (en su mayoría) proyectos con discursos patrioteros subliminales como éste, donde nos tipifica al ciudadano ejemplar, ahora pretérito, como el señor Aet, quien comparte las mismas ambiciones que los gobiernos de turno y, en favor de éstos, sacrifica sus impedimentos sentimentales como la familia, la paz y el amor.
Una sombra al frente nos enrostra la culpabilidad del subdesarrollo del país -somos el rebelde y 'desorientado' Oswaldo Aet quien encuentra trágico final por sublevarse al poder. Recalca, también, nuestra inoperancia, y actos contraproducentes, en pro de un futuro progreso... Un lavado de manos audiovisual del Estado para con su pueblo, que no es culpable pero tampoco inocente. Ésta es una película de encargo de CONACINE (del Estado) para Tamayo; encargo que regresa a la realización a un descontinuado director, que había aceptado la docencia como consuelo en épocas de (infortunadas) apariciones.
La historia es sugerente, pero eso no es lo que convoca masas (en nuestro país y en ninguna parte del mundo). Esa incertidumbre es ocasión pertinente para aplicar las técnicas del mainstream cholo; como la explotación del único catálogo de actores nacionales para telenovelas traducido al cine, personalidades figurantes sin ton ni son sólo para atraer a sus diversos admiradores prometiéndose la exhibición de sus talentos (promesa demagógica como los discursos de Estado que la patrocinan). Las intervenciones de Gassols como presidente, de Carlín como rival celoso y rencoroso, y un largo etc. (tan largo que abarca a todo el reparto) son totalmente gratuitas y descaradas como el póster del film, que anuncia -a toda luz- a esas celebridades como protagonistas de la historia. Manipulación desvergonzada de los (crédulos) visitantes irregulares de las salas, personas no entendidas ni interesadas en la crisis cinematográfica nacional, los cuales compran su boleto a cambio de ver a su figuretti preferido haciendo unas piruetas en pantalla. Así CONACINE asegura más receptores de su churrasco moralista, más apreciables sumas de dinero por la taquilla destinada a los irresponsables bolsillos ejecutivos.

Una sombra al frente es errónea desde su concepción intelectual. Está pergeñada para la explotación de la banalidad y el aritilugio atrayente de lo pomposo, del blockbuster. Le deja el timón al contexto embelecedor de un Perú que ya pasó, que fomenta nostalgia y curiosidad retrospectiva. Este recurso es el camino recto y sin trabas hacia el fracaso, pues le encomienda al contexto funciones que no están en sus posibilidades desempeñar exitosamente. Tamayo -a pesar de 'enseñar' cine- no conoce la doctrina que profesa. "El hábito no hace al monje", estribillo que ignora a pesar de sus años.

El melodrama fue la máscara perfecta para los despistados asiduos al relato lacrimógeno e incongruente, quienes se aboban con las bonitas fachadas, los vaivenes emocionales, y un rostro hermoso con cuerpo eróticamente fino como el de Vanessa Saba. Todo el buffet estaba servido para que el visitante irregular salga maravillado de la sala por el copioso presupuesto que se había derrochado, mas no por la mirada personal estética-expresiva de un realizador que ya no busca más que el reconocimiento de artesano detallista. Adjetivo que podría ser la inscripción sobre su lápida y única defensa contra sus, también, incosistentes colegas.

Tamayo busca explorar el pasado para ayudarnos a buscar identidad. Aclaración con la que justifica sus anacrónicos (e intemporales) relatos tanto en la puesta en escena como en lo argumental. Historias, ya, viejas desde antes que el cine pueda contarlas.

Aún así queda la expectativa, e ilusión, de una realización nacional que por lo menos valga lo que cuesta el boleto... El CCPUCP o los organizadores del festival aún me deben el reembolso.

martes, 14 de agosto de 2007

EXPERIENCIAS CON Y EN EL CINE II

¿Cómo alguien tan desorientado sobre su futuro puede inclinarse hacia las artes? ¿Lo tomaría esto como juego? Bueno, ya no sé si creer en el destino o no, pues su significado alega a que cada quien está predeterminado para una plaza y situación invariable. Aunque aún no sé si hayan sido circunstancias del azar, mi recorrer diario me acercaba cada vez más a las artes audiovisuales como si lo impulsara eso que los cursis profesan como avartares del destino .
Mis grandes y dilatados 'tiempos libres' me permitían un cuasi libertinaje para cualquier actividad. Mis pulsiones me llevaban hacia los calendarios culturales; mi alma (aparentemente) vacía me inducía hacia la distracción con películas de circuito no comercial, no teatro, no conciertos, no bibliotecas... sino ¡filmes! -mi tendencia introspectiva hacia la ficción audiovisual no se podía mostrar, ya, más obvia.
La desaforada avidez mía me llevó a conocer a muchos de los relegados de esta sociedad violenta, prejuiciosa y chabacana: los 'pavos' y desubicados; libres como pájaros en su habitat (cineclubes, bibliotecas, galerías, etc.). Personas que se refugian en actividades nada populosas y muy pretenciosas mientras nos dicen ser la élite (culturosa), y el resto el mundillo de la escoria e ignorancia. Comentario no relacionado con la narración, pero que me parece importante acotar, pues fue mi primera impresión de los inmiscuidos en mi, ya, nuevo entorno social y evasor.
Sin darme cuenta, mis ratos de ocio eran las proyecciones del ciclo del nuevo cine español, retrospectiva de Almodovar, el festival de cine europeo, etc. Empezaba a conocer a los maestros del cine y sus obras. Ahí, por fin, entendí que los gringos no eran los reyes del cinema, sino del artilugio engatuzador y narcotizante del cine banal e impersonal; que no eran artistas sino marionetas de cabezas frías y financiadoras; que en los 'Yunaites' el cine era más un negocio lucrativo que una catarsis expresiva; y que Hollywood no era la Meca del cine sino, más bien, de la explotación de rostros reconocibles.
Sin darme cuenta -por lo despistado que soy- estaba apasionado por algo, tenía claro que es lo que qería ser 'de grande'. Por fin tenía una respuesta para mi futuro claroscuro, que era ser un comunicador audiovisual (un cineasta)...
Existe, en el presente, una carrera profesional denominada así, Comunicación audiovisual, la cual se basa en convertir a sus estudiantes en raudos recurseros de los medios comunicativos, donde los empachan de teorías periodísticas, mañas publicitarias, discursos amarillistas y cualquier otro dato que les permita no morirse de hambre. ¡Eso!: Un comucador audiovisual; no es un cineasta ni, tampoco, artista, sino un 'jalacable', 'claquetero' o cualquier otro oficio obrero no más estimulante que hacer brillar zapatos; y, que con el estribillo "La competencia está dura afuera" excusan los 7 colores que nos engullen en sus cursos 1000 oficios.
Actualmente, estoy intencionalmente atrapado en ese limbo pro-cachuelero, el cual evado con autónomas asignaciones pasionales de la verdadera y pura actividad audiovisual: el cine.

lunes, 13 de agosto de 2007

CICLO GODARD EN EL C.C.ESPAÑA

Aunque se inició hace algunos días (el jueves 9) más vale tarde que nunca, como suelen decir los ociosos y despitados. Este ciclo es la ocasión perfecta para conocer parte de la obra del maestro francés, uno de los grandes de La nouvelle vague (La nueva ola), que se desarrolló desde finales de los '50. A bout de soufflé (Sin aliento), Vivre sa vie (Vivir su vida) y Le petit soldat (El soldadito) ya han sido proyectadas a sala llena. A continuación las fechas de los filmes por exhibirse aún:

- Martes 21 (5.00p.m)
EL DESPRECIO - Le Mepris. 1963 (85')
Actúan: Brigitte Bardot, Michel Piccoli, Jack Palance.

- Miércoles 22 (5.00 p.m)
BANDA APARTE - Bande a part. 1964 (95')
Actúan: Anna Karina, Sami Frey, Claude Brasseur.

- Jueves 23 (5.00 p.m)
ALPHAVILLE - Une etrange aventure de Lemmy Caution. 1965 (99')
Actúan: Eddie Constantine, Anna Karina, Akim Tamiroff.

- Viernes 24 (5.00 p.m)
PIERROT EL LOCO - Pierrot le fou. 1965 (110')
Actúan: Jean-Paul Belmondo, Anna Karina, Dirk Sanders

- Lunes 27 (5.00 p.m)
LA CHINOISE. 1967 (99')
Actúan: Anne Wiazemsky, Jean-Pierre Léaud, Juliet Berto.

- Martes 28 (5.00 p.m)
WEEKEND. 1967 (105')
Actúan: Mirellie Darc, Jean Yanne, Jean-Pierre Kalfon.

- Miércoles 29 (5.00 p.m)
SYMPATHY FOR DEVIL. 1968 (101')
Documental sobre The Rolling Stones.

- Jueves 30 (3.00 p.m)
TODO VA BIEN - Tout va bien. 1972 (95')
Actúan: Yves Montand, Jane Fonda, Vittorio Caprioli.

" (5.00 p.m)
YO TE SALUDO MARÍA - Je vous salue, Marie. 1985 (105')
Actúan: Myriem Roussel, Thierry Rode, Philippe Lacost, Juliette Binoche.

- Viernes 31 (5.00 p.m)
ELOGIO DEL AMOR - Éloge de l'amour. 1985 (105')
Actúan: Bruno Putzulu, Cecile Camp, jean Davy, Francois Verny.

Oportunidad imperdible para los cinéfilos, y todo aquel que disfruta del arte. Por cultura general vayan a ver el legado de Godard, que el ingreso es libre.

El C.C España se encuentra el la Plaza Washington, Natalio Sánchez 181, Santa Beatriz. Alt. cdra. 6 de la Av. Arequipa.

domingo, 12 de agosto de 2007

(MIS) IMPRESIONES SOBRE LOS GANADORES DEL FESTIVAL DE LIMA

¿Injusticias?... Siempre las hay. Bueno, a mi parecer las hubo en la pemiación. No todos pensamos igual ¿No señores del jurado?
En este caso haré las veces de único jurado. No pude ver todas las películas en competencia, por ello sólo opinaré de las que pude ver, las cuales fueron las recomendadas, y etiquetadas como imprescindibles, por la prensa local. Omití a la sección Documental por mi particular afición por la ficción, y por limitación monetaria.

En el cuadro del Festival de Lima pude asistir a 6 funciones: (4 de la sección ficción) Una novia errante, de Ana Katz; El otro, de Ariel Rotter; Luz silenciosa, de Carlos Reygadas; la peruana, Una sombra al frente, de Augusto Tamayo; (y 2 de ópera prima) Hamaca paraguaya, de Paz Encina y XXY de Lucía Puenzo... Sin más preámbulos; mis impresiones. Las que -para mí debieron ser las ganadoras:

Sección películas de ficción: Luz silenciosa, de lejos la mejor película del año... y de varios años. El premio en esta ocasión no pudo ser más justo.

Sección películas óperas primas: Hamaca paraguaya. Original, osada, pura y sincera; un trabajo muy personal de una directora que retrata una imagen llana, pero atinada de sus compatriotas. Refleja la esencia de lo indígena como la verdadera identidad y sentir de un pueblo tan humilde como su ancestral pasado. Bochornosa la "Mención honrosa" que recibió por parte del jurado. Aunque no ví la ganadora, El violín, no creo que alcance tal grado de sensibilidad y audacia para desnudar el alma como la ópera prima de Paz Encina.

Sección documental: No presencié ninguna cinta en competencia. La triunfadora fue Santiago, de Joao Moreira Salles. No puedo objetar su triunfo, las críticas hacia ésta fueron muy favorables.

PremioCONACINE: Debió ganar cualquiera menos Una sombra al frente, pues es una muestra más de un cine nacional sin, personalidad ni ambición. Se apela al discurso manido del hombre triunfador con conflictos sentimentales; personajes planos, estereotipados como la historia que la contextualiza. La ostentación de recursos técnicos y artísticos pomposos no la convierten en una obra redonda, es más, sólo baraja su limitación argumental. La ambientación de época solo contextualiza pero no enriquece una historia, esa no es su función. Depender del contexto como timón y base de un film es un error que sólo garantiza el fracaso. "El hábito no hace al monje", y parece que Tamayo, a pesar de sus varios años, aún no aprende esa lección. Una sombra al frente es una película prescindible más de nuestro cine.

Premio del público: Debió ser Luz silenciosa. Éste es el premio otorgado por los espectadores. Como estoy en un caso privilegiado de unilateralismo elegiré a la última obra de Reygadas, la cual me hizo feliz; aunque estoy seguro que no fui el único... El público se inclinó ante El año que mis padres se fueron de vacaciones, de Cao Hamburger.
Mejor actor: Cornelio Wall, el no-actor estuvo impecable en cada expresión, cada mirada, cada llanto, en todo lo que hizo frente a cámaras. Reygadas explotó su 'esencia espiritual' para conmovernos a través de Johan (ficción) o Cornelio (realidad), tal vez no haya mayores diferencias entre ambos. El experimentado actor argentino Julio Chávez, por El otro, se adjudicó el premio.
Mejor actriz: Se habla de lo simpático del personaje -Inés- que interpreta Ana Katz en su propio film Una novia errante, lo irónico es que a mi me causó todo lo contrario. El jurado del festival se evitó conflictos y le dió maná al pueblo; Ana Katz se llevó el premio por ser una 'inconsistente', emocionalmente masoquista e irritante mujer.

Esas son mis impresiones sobre los premios más importantes del 11 Festival de Lima. El saldo final fue irregular: filmes que venían presididos de buenos comentarios en la previa fueron decepcionantes como Una novia errante y El otro. Pero las notables presencias de Hamaca paraguaya y, sobre todo, Luz silenciosa prodigaron bondades y dadivosidad para con todo el festival.

Yo me voy a Polvos en busca de estos títulos... y de cualquier otra sorpresa...

viernes, 10 de agosto de 2007

EXPERIENCIAS CON Y EN EL CINE I

Esporádicas fueron mis experiencias en y con el cine cuando era un niño (entre mis 6 a 12 años); tan aislados que no recuerdo más de cuatro: The Flinststone, Street fighters, Jurassic Park III y Titanic, esta última fue la que me dejó mejor impresión; me fascinó el desastre dantesco que presenciaba en primera fila. No crecí en presencia del gran cine; creía que sólo los gringos tenían la posibilidad de contar historias en la pantalla. Largo tiempo después descubrí lo equivocado que estaba.

Viví mi etapa escolar en el vicio lúdico del Super Nintendo y, posteriomente, el Playstation. Estuve alejado de cualquier manifestación artística toda mi pubertad. No tenía vocación alguna, ni inclinación hacia ninguna carrera científica ni de humanidades. Como lo dije en un post anterior, sólo me interesaba un puesto de transacción comercial, de preferencia una bodega de abarrotes, para obtener ganancias monetarias que calmasen mis necesidades futuras.

Al salir del colegio me dirigía a la academia para preparme para algo que nunca llegó: mi ingreso a la universidad. Ni siquiera lo intenté; tenía el desánimo del típico chico sin aspiraciones profesionales ni personales. Entonces, ¿cómo conocí al cine como expresión artística?. Como dije antes estaba en la onda lúdica e inmadura de querer divertirme con todo lo que llegaba a mis manos. Siempre me sedujo la idea de convertirme en artista, ante los ojos de todos, con tan sólo filmar mis puntos de vista a través de historias. Siempre fui renuente y enemigo de la falta de originalidad; aunque no aspiraba a nada, tenía cierta distinción en letras y creatividad. El cine, con sus características y posibilidades, comenzaba a guiñarme el ojo, y yo no le fuí indiferente.

jueves, 9 de agosto de 2007

LUZ SILENCIOSA (2007)

de Carlos Reygadas

La tercera película del mexicano Reygadas es la mejor de su filmografía. Un triángulo amoroso es la base del relato -materia prima suficiente para que Televisa haga un boom televisivo- donde cada componente del trío está a dispuesto a ceder más que le otro. Reygadas plantea la definición del amor a raíz del dilema de Johan, quien vive un frenesí seudo revelador sobre la verdadera esencia de lo idílico, provocándole un conflicto emocional. Él querrá 'corregir' su error (un matrimonio con hijos) en pro de su felicidad definitiva; buscará desahogo (amical y paternal) disfrazado de asesoría, pues cree que su decisión 'moralmente' incorrecta, y demoniaca como dice su padre, es una disposición divina e incomprendida.
Lo solemne de Luz silenciosa es el tratamiento melancólico y subyugante de una trama que pudo perderse en el maniqueísmo que suele tentar a los relatos referentes al amor. La película es el relato romántico más auténtico desde Con ánimo de amar, de Wong Kar-Wai. La similitud radica en las concesiones por parte de los personajes, quienes sobreponen las convenciones morales al desaforo de sus sentimientos más profundos. En Luz silenciosa, los componentes del triángulo sufren, conllevan un mutuo acuerdo masoquista en el cual el perdedor sería quien ceda menos. Johan es quien lleva la ventaja de tener la última palabra, o eso es lo que creía, y se aprovecha de eso para comer de los dos platos. Poco a poco las mujeres van tomando al toro por las astas como cuando Marianne, la amante, manifiesta que prefiere la paz al amor, mientras culminaba un encuentro furtivo más entre ellos, dándole a entender una despedida. Del lado de Esther, la esposa, empiezan los estragos de una situación casi insostenible, lo cual se muestra en su semblante cada vez más alicaído. Todo eso presiona a Johan para acelerar su veredicto; privilegio del cual ya no parece gozar.
El día del juicio final, Esther deja a su ventaja en casa (sus hijos) y parte hacia la locación rival para el desenlace del dilema. Pero las confesiones previsibles- la de infidelidad recurrente
de Johan- golpean tan fuerte como las más sorpresivas, porque ver tangible a tu peor temor desmorona cualquier estructura preestablecida... El aguante de la sufrida esposa llegó a su límite, y escenifica la más entrañable víctima mortal del amor. Reygadas, con el pulso perfecto, realiza una escena memorable.
Luz silenciosa tiene algunos pasajes documentalistas, como el de las actividades cotidianas de los pobladores (la secreción de la leche vacuna) y el del ritual de defunción. Escenas de encargo de Reygadas para con sus colaboradores. En mi opinión, escenas erráticas, que distraen del conflicto pasional hacia una mirada fisgona del contexto desconocido... Una travesura que debió quedarse en el copión, mas no infiltrarse en el acabado.
La larga representación del ritual hacía presagiar un dilatado final fatalista de un destino que pudo evitarse, pero el trasfondo de esto es la solución del conflicto: Johan amaba más a su esposa. Las lágrimas 'de sangre' no pueden denotar más que el arrepentimiento de un asesino acorralado por su divagación, atribuyéndose todo el peso de la culpa. Lo que viene a continuación es un milagro en todo el sentido de la palabra, por el mismo significado que representa una resurrección y por lo logrado cinematográficamente. La muerta Esther abre sus ojos tras el contacto labial con su rival Marianne, quien le trasmite su amor -su vida- para intercambiarlo por paz... La paz de los muertos... de los que no hacen sufrir.
La puesta en escena es contemplativa. Se le atribuye (un largo) tiempo en escena a Johan para estructurar o reestructurar sus sentimientos. El pequeño, y aislado, poblado demuestra la modestia de los elementos a utilizarse, donde nada es pomposo, ni la condición económica de sus habitantes ni su apariencia física. El motor de pulsiones es la avidez por nuevos sentimientos, del cual todos salieron perjudicados.
Reygadas llega al tope con su último trabajo, aunque no le atribuye banderas al arte (demostrado por el idioma extranjero en el que se cuenta la historia), es un gran registro para el cine latinoamericano. Se necesita de ese prestigio, porque eso brinda posibilidades de producción para esta zona tan obviada de atención. Junto a Hamaca paraguaya, por amplio margen, la mejor película del festival y, probablemente, de todo el 2007.

domingo, 5 de agosto de 2007

MI PROCESO (PERMANENTE) DE APRENDIZAJE

Motivos de este blog. Palmario de errores, de intenciones fallidas y aciertos aislados. Borrador público de apreciaciones precarias del cine que presencio, con limitaciones evidentes de expresión... Todo en pro de una mejora, si es que me ayudan con sus diatribas (alias Críticas constructivas).
Hace poco he descubierto o confirmado lo que me más me motiva -eso que llaman vocación- que es la comunicación de juicios, perspectivas y todo lo que exprese algo. Tuve esa vaga idea desde pequeño, pero mi atracción hacia la bodega propia o un próspero puesto de pescado fresco desviaban mi tendencia, ahora, definitiva.
La motivación de un futuro triunfo, reconocimiento y prestigio nos vuelve proactivos; el tiempo es quien se encarga de decir si fuimos engañados, o no, por nuestras pulsiones. Por mi parte, aprovecho los quehaceres académicos para hacer mis pinitos, de los cuales pueda estar orgulloso o tomar conciencia de los progresos por hacerse. Todo quehacer da más qué hacer; y el estancamiento es el vencimiento del miedo. El miedo a equivocarse detiene nuestros pasos... Seamos temerarios. Hagámos...
Yo llevo clases en el I.T.S "Charles Chaplin", donde curso el 4to. ciclo, y ya he realizado 3 cortometrajes audiovisuales, 2 reportajes periodísticos, una continuidad radial y varios textos crítico-analíticos, todos con libertad expresiva, la mayoría de los cuales me siento orgulloso y que me dan cierto valor para ambicionar algo más que proliferación académica. El mundo académico es engañoso, mas aun si tus compañeros no desnudan tus errores con un nivel medianamente competente. Cualquier mamaracho urdido por mí es motivo de expectativa colectiva -en mi entorno académico. ]Hecho que presiona, pues me parece infudamentada tanta atención.
Hace menos de un mes me inmiscuí en la blogfera local, quiero y necesito esta actividad para intercambiar opiniones, dar a conocer las mías, y para que mi nombre suene en algo menos clandestino que peleas de canes. En mi entorno cotidiano, el gusto por el arte cinematográfico es desdeñado. No se toma en serio este oficio por realizar audiovisuales y ejercerlo como expresión artística; está más relacionado como el hobby 'huevero' de alguien que quiere vivir con juegos. Esos me parecen comentarios infundamentados y contradictorios, pues ¿acaso uno no quiere vivir disfrutando de su afición? ¿Llevar su vida haciendo lo que más le gusta? ¿No es eso lo que llaman felicidad? Por ese, y más motivos, necesito un entorno cinéfilo, en el cual los temas sean comunes -aficiones semejantes- donde anule mi soledad cinéfila, de la cual estoy ya aburrido...
En estos momentos estoy preparando un nuevo guión a realizarse sin el apoyo de mi institución estudiantil ni de ninguna entidad privada -ya quisiera yo. Será una realización de aficionados, quienes intentaremos pulir nuestros defectos y profundizar más en el lenguaje que conocemos recientemente. Tendrá el mismo objetivo que este blog: darnos a conocer, y si la calidad lo permite competir y ganar premios.
Para llegar a una calidad óptima se tiene que aprender de los mejores, sus manuales se venden en Polvos azules y datan, la mayoría de éstos, de mediados del siglo pasado; sus nombre son Chaplin, Welles, Hitchcock, Bergman, Kurosawa, etc., quienes en cada uno de sus planos nos brindan clases maestras de cinematografía.
Seguiré equivocádome, pero nunca tiraré la toalla, pues estoy en plena etapa de aprendizaje, donde casi todo lo que existe me es ajeno y extraño. En el día a día me iré nutriendo de información cualitativa y cuantitativa, como también de las diferentes perspectivas que me brindararán un cúmulo de información sobre el comportamiento humano, que ojalá pueda usufructuar, ya sea viendo una obra maestra filmográfica; una crítica sesuda, detallada, correctamente analizada y, lo más importante, netamente subjetiva;un buen ensayo, etc. No sólo lo referente al cine enseña a hacer cine, o lo posibilta. Depende de la idiosincrasia del autor, de qué sea lo que le inspire...
La avidez de conocimiento es el que nos llevará hacia éste... y eso ayuda a todo proceso creativo. La vida no fue hecha para aprender de ella, los hombres la 'ultrajan' (pasado, presente y futuro) para inmortalizar sus nombres.

jueves, 2 de agosto de 2007

LA GRAN SANGRE (2007)

de Jorge Carmona

José Alonso(El Rocha), Carlos Alcántara(El Dragón), Pietro
Sibille(Mandril), Aldo Miyashiro(Tony Blades), Melania Urbina(Althea), Sergio Galliani(Santos)y Carolina Pampillo(Géminis)

¿La gente de 'Capitán Pérez' urge de dinero?, ¿Urge de aceptación social? o ¿Sus ambiciones están tupidas? 'La Gran Sangre', adaptación fílmica de la serie de TV, carece de originalidad en su propuesta argumental. Comienza una nueva batalla entre buenos y malos en la cual se utiliza, nuevamente, el esquema manido para las películas de 'acción' (explosiones, tiroteos, persecuciones y peleas cuerpo a cuerpo). En el metraje, el trío protagónico no necesita mayor presentación -El dragón (Carlos Alcántara), Mandril (Pietro Sibille) y Tony Blades (Aldo Miyashiro)- por ello Carmona ahorra tiempo omitiendo su definición, lo cual debió aprovechar para configurar a los personajes secundarios, que son de una sola pieza (malos y... nada más). El guión, de Miyashiro, se centra en la acción y en las posibilidades de los acontecimientos forzados; los 'gags' son efectivos y puntuales, pero aislados e intrascendentes (la mayoría de éstos, por no decir todos, son por parte de Blades hacia Mandril); también flaquea, a pesar de su linealidad, en los parlamentos de las situaciones dramáticas... se nota la nulidad para esta lid, pues lo coloquial de los textos inunda a todas las conversaciones.

Las inclusiones del mexicano José Alonso (El Rocha) y de la argentina Carolina Pampillo (Géminis) tienen un sólo objetivo: vender la película en el extranjero. Coincido con Rafael Arévalo, redactor de Cinencuentro, que los susodichos pudieron ser reemplazados, para mejor, por intérpretes nacionales.

Su estreno se planeó para fines de julio, fecha de fiesta nacional, y para conmemorar esa efeméride El dragón nos 'regala' un discurso patriotero y maníqueo en una zona amazónica, donde se muestra al indígena como un adorno o decorado del encuadre, como un inocente infante, manipulable e ignorante del 'mundo real'. Para los omitidos -como los indígenas- tener una aparición en pantalla es una ilusoria señal de reconocimiento; ésto es usufructuado por los limeños 'vivos' para sus discursos moralistas y redentores.
Se hablo antes del estreno de una propuesta arriesgada y, hasta, original; consecuencia de la extrañeza que causa la difusión de proyectos de esa índole en nuestro medio. Ahora, hagan el ejercicio mental de cambiar los diálogos en castellano al inglés... ¿Es original 'La Gran Sangre'? Ese ejercicio sólo nos da como respuesta que es un film de acción en pañales, en comparación a los 'blockbusters' gringos... ¿Diferencia de presupestos? Sino se tiene lo necesario, entonces lo natural (e inteligente) sería no proseguir en el intento de urdir una copia de un género muy evolucionado para nuestros recursos, pues quien ve la película se lleva la impresión de haber visto antes algo similar... Pies sobre la tierra y no más pretensión desaforada.
A pesar de todo eso, la película no me dejó sabor amargo, es más la disfruté hasta cierto punto, pues superó -por considerable margen- a las pocas expectativas que me había sobrepuesto antes del visionado. Ya que a pesar del esquema simplón, la ausencia de drama y personajes cliché, fue un rato de efímero placer y distención. 'Capitán Pérez' quiso cumplir con su legión de fans a los que parece que no haber defraudado. Todo parece indicar una secuela que se desenvolverá en el lapso del 'Tiempo después', que se sugirió al final del film, en el cual se presencia a 'El Rocha' libre y feliz - después de haber sido atrapado por los justicieros tras la batalla final- y al trío protagónico haciendo su ingreso a la cárcel como presidiarios ¿Por qué? ¿Qué pasó? Ésas son las primeras preguntas que se gestan al mostrarse ese final sumamente abierto, dando paso a una nueva historia en la cual se dilucidarán todas las respuestas.
Por ahora, Carmona y compañía parecen haber asegurado una apreciable suma monetaria, con la cual cumplen el primer objetivo de la realización de éste proyecto. Habrá una segunda historia, es lo más seguro, y las almas de artista de estos jóvenes sienten remordimiento... Tendrán la oportunidad de revancha... Depende de ellos si la quieren tomar.