Sin premisa argumental que anteceda su visionado llega a mis manos una copia pirata DVD de Fando & Lis, ópera prima de Alejandro Jodorowsky, presta a ser totalmente descubierta por mi persona. Sin idea de lo que se cuenta, de la forma cómo, ni del contexto (el único elemento dador de información sugestiva fue la portada del estuche insinuadora de terror por mostrar a una mujer, Lis, de sombría apariencia, con el nombre "Fando" pintado en su cuerpo) me dispuse a reproducir el disco en cuestión.
Tras saltar el main menú, en la primera imagen -de golpe- una hermosa mujer yacida en una cama come una rosa como si se tratara de una actividad meditadora y necesaria, pues disfrute en sus gestos no se perciben. Como efecto instantáneo, desorbité mis ojos para prestar mayor atención a lo que estaba presenciando, una fémina masticaba una planta. A raíz de eso, desde la primera escena, pude hacerme la idea que la mujer no balanceaba sus alimentos, tampoco haría digestión ni mucho menos defecaría, o sea el orden natural de los hechos estaba alterado. Lo convencional estaba quebrado o estéril para el cometido del autor de esta pieza. Algo fuera de lo normal estaba por decir presente, y explayarse durante 90 minutos, lo que se denomina bizarro en el argot cinéfilo.
Estaba ante mí, la experiencia de mi debut bizarro, lo que estaba esperando llegó súbitamente, sin aviso ni premeditación, tenía que estar a la altura y eso quiero demostrar en este artículo, en el cual expondré mis impresiones o comentarios sobre esta película mexicana hecha por un chileno de origen judío-ucraniano (y auspiciada por la ONU, talvez): Fando & Lis, chequeada por quien escribe...
Existe una ciudad sobreviviente a la catástrofe mundana, la (fantástica) ciudad de Tar, la cual se presenta como el Edén terrenal para nuestros protagonistas, quienes se tienen solamente entre ellos mismos como soporte emocional. Lis es una paralítica (masoquista) andante en un carrito de dos ruedas y Fando un inestable pegalón ávido de compañía. Ambos durante el metraje están en la búsqueda de ese paraje desconocido y misterioso ¿Lograrán ese objetivo?
CANTO PRIMERO: EL ÁRBOL SE REFUGIÓ EN LA HOJA
De lo general a lo específico: el árbol se refugió en la hoja; la casa, en la puerta; y la ciudad, en la casa. Por eso, Lis (de niña), tenía que hacer esfuerzos para no refugiarme en sus propias manos. Lo grande seduce a lo pequeño a ser parte de este, las tentaciones terminan por coger lo débil que encuentran a su paso, provocando la perversión de los elementos añadidos y fundiéndose todo en el mal general. O, si no es el caso, buscar una salida solitaria y pujante representada en el terruño de Tar como pesquisa. Así lo enseña el padre de Fando, quien con sus respuestas optimistas al interrogatorio inquisidor de su hijo lo induce a este para encontrar salvedad en esa plaza.
"Padre de Fando (PF): Juguemos
Fando de niño (FÑ): Si eres un gran pianista y te corto un brazo, ¿que haces?
PF: Me dedico a pintar.
FÑ: Si eres un gran pintor y te corto el otro brazo, ¿qué haces?
PF: Me dedico a bailar.
FÑ: Si eres un gran bailarín y te cortan las piernas, ¿qué haces?
PF: Me dedico a cantar.
FÑ: Si eres un cantante y te corto la garganta, ¿qué haces?
PF: Como estoy muerto, pido que con mi cuerpo se fabrique un hermoso tambor.
FÑ: Y si quemo el tambor, ¿qué haces?
PF: Me convierto en una nube que tome todas las formas.
FÑ: Si la nube se disuelve, ¿qué haces?
PF: Me convierto en lluvia, y hago que nazcan las hierbas.
FÑ: Ganaste. Me sentiré muy solo el día que no estés.
PF: Si algún día te sientes solo busca la maravillosa ciudad de Tar."
Ese diálogo contextualiza las acciones dramáticas a devenirse. Tras ese 'juego', Fando y Lis inician su recorrido por los desérticos sitios que componen el mundo, sin civilizaciones existentes en todo el espacio habilitado, sólo aislados personajes enigmáticos o grupos figurativos de alguna entidad social o ideológica, como los aristócratas gozosos en escombros, quienes disfrutan de la manipulación del poder, entre otras salientes en los cantos posteriores.
"Yo moriré, y nadie se acordará de mí", entona Lis mientras Fando pronuncia que será muy triste si ella perece, asimismo añade que en su entierro acudirá con una flor y un perro, y cantará "Qué bonito es un entierro". Esto alude a la burla de la ceremonia mortuoria, a la parafernalia de un entierro (sus decorados, formas y demás) con sus elementos carentes de diferenciación, pues un muerto no cambia su condición por la calidad del marfil que se utiliza en su cripta. El cementerio es un exhibidor de poses distintas con un mismo modelo, el difunto. "Jodo" nos lo dice así, bruscamente.
CANTO SEGUNDO: Y TAR ESTABA DENTRO DE SU CABEZA.
La búsqueda aún no concluye, es más parece que siquiera inicia. La dupla protagónica está en las mismas que como empezó en lo que se refiere a cercanía del objetivo. Sus encuentros con los personajes excéntricos siguen como si se tratara de acontecimientos inevitables o motivos de un tour. Ninguno indica algún avistamiento con la meta, ni señala relación con la misma. Fando y Lis parecen descubrir recién su entorno con sus escabrosos exteriores, el mundo en su estado más vil, o sea natural, ambientado con áridos terrenos sin edificaciones ni civilizaciones que alberguen a los personajes mostrados. Estos son dueños autoproclamados de toda la extensión de sus hábitat de acción, de sus áreas de desenvolvimiento, donde son encontrados. La pareja los encuentran (o visitan) como parte del descubrimiento de su realidad y la búsqueda de la plenitud que creen adolecer.
Un ermitaño adorador de la desnudez, les dice que la determinación es el camino de la verdad. Luego, un grupo de libertinos lascivos desplegados en fango se topan en el camino de los viajeros. Para ese entonces, lo secuencial en los actos presenciados es nula, cada experiencia es nueva y no representa avance.
Analizar Fando & Lis requiere una dedicación y seso especial, el autor concede una asignación independiente no lineal a cada una de sus escenas, motivo por el cual el desenlace no es producto del pico del clímax sino porque en esos noventa y pico minutos el chileno dijo lo que quería decir en ese momento. Fando & Lis no es una historia dramática que encuentra fin por la resolución de un conflicto, aunque así se manifiesta en su inicio con la búsqueda de Tar. Eso se diluye con la mostración de la intencionalidad verídica de la obra al transcurrir las escenas, que es el palmario del mundo devastado por la exacerbación del placer visto por miradas tímidas y débiles como la de los protagonistas, quienes buscan refugio en un apartado lugar ajeno a lo tangible.
Paradójicamente, Lis como inválida (o, dígase, inestable en equilibrio) muestra invariabilidad emocional, siempre sumisa y dispuesta; en cambio, Fando como 'bidrúpedo' (igual que el resto de figurantes en el filme) goza de equilibrio al andar pero no en el comportamiento. Con esto se alude al peligro de la accesibilidad de todos los rincones del orbe cuando se tiene la facultad motor, mientras que el estático (Lis) está exento de la corrupción terrestre por tener acceso restringido a la información infecciosa.
Fando, tras el abandonar momentáneamente a Lis, (lo efímero del abandono se sugiere por lo mostrado en la toma, en la cual Fando da vueltas alrededor de Lis mientras intenta sube del pequeño cañón donde se encuentran) es protagonista en solitario de situaciones vinculadas al poder femenino conjunto, manipulador y amedrentador en situaciones límite. Ancianas jugando una partida de poker por un subyugado hombre como premio, mujeres cual batallón agresor avasallan a Fando con bolos inmensos para tirarlo y, después, azotarlo con látigo cuando yacía en piso. Circunstancias que obligan al herido protagonista a salvaguarse, nuevamente, junto a su sufrida compañera. La relación de dependencia entre ambos se manifiesta inquebrantable al final del segundo canto como imagen concluyente de los acontecimientos que lo anteceden.
CANTO TERCERO: EL HOMBRE SOLITARIO IBA SIEMPRE ACOMPAÑADO
La relación entre Fando y Lis se define en el canto anterior, es más a eso se aboca.El camino sigue y aún el transcurso descubridor está lejos de su desenlace. Travestis en tropa desfilan como caravana disfrazando del sexo opuesto a quien encuentren a su paso, a la vez que festejan con júbilo la ceremonia de transformación, acompañado de música carnavalesca propicia para los actos. Un alegato al poder convencedor de las mayorías, que en la versión que se presente trae consigo magnetismo irrefutable.
Suena el jazz. Los protagonistas juegan al fanatismo pictórico en sus propios cuerpos desnudos: Fando escribe su nombre en el cuerpo de Lis, y ella escribe el suyo en el cuerpo de Fando, como calistenia. Los cubos con pintura negra se vacían sobre la pareja y paredes de la habitación donde se desata la euforía por el juego sexual. Escena desconcertante que distrae la atención del contexto expuesto, el árido territorio fungido como camino a Tar, hacia un collage inintelegible y abruptamente montado, que no acompaña a la (in)acción dramática propuesta.
Lis es la compañía que el joven atormentado necesita para apaciguar sus fantasmas. Él anda solo con sus penas empujando el carrito que porta la moderación de sus sentimientos. Ambos buscan lo que evidentemenete carecen, y que no logran rozar siquiera complementándose.
CANTO CUARTO: Y CUANDO QUISE SEPARARME DE ELLA ME DI CUENTA QUE YA FORMÁBAMOS UN SOLO CUERPO CON DOS CABEZAS
El tambor es el objeto fetiche de Fando, el símbolo de su padre en vida y motivo de sonrisas al entonar sus notas posibles. Ya en este canto final, la dilación por la lejanía de la meta mella en desencanto, sosedad y desánimo para los viajeros azarosos. Fando, perturbado, exhibe y presume desnuda a Lis con violencia en presencia de extraños hombres con aspectos foráneos e intelectuales, quienes disfrutan su belleza analíticamente (o, dígase, de manera inusual y extraña).
Fando masacra a Lis con puntapiés foribundos; entonces, al morir ella, la dicotomía desvanece provocando inesestabilidad y degradación de la dupla como unidad. Formaban un sólo cuerpo con dos cabezas, una sola búsqueda, un sólo ideal con distintas apreciaciones de sus pasados... No llegaron a Tar, no se acercaron a su destino, ni sabían siquiera cómo, sólo empredieron un viaje con destino pero sin ruta como exploración existencial divagadora. El típico vaivén desarraigado de alguien que conoce vagamente sus necesidades, pero no sabe cómo saciarlas. La pesquisa es generalmente ese reconocimiento de plenitud, la variable se encuentra en la distinción de las formas a conseguirlas, así como la diferenciación específica de la misma necesidad general. Ejemplo: Fando y Lis tenían hambre, pero uno deseaba dulce y el otro agrio. Supongo que me entienden. Tar, como Edén terrenal, era el sitio que nunca pudieron alcanzar en vida. En cambio, muertos, Lis a golpes y Fando de depresión, se convierten en los Eva y Adán que aspiraron ser.
"Cuando su imagen se borró del espejo, apareció en el vidrio la palabra 'Libertad'", frase totalizadora del relato. Una vez sin vida no hay nada qué buscar, o sea la despreocupación o plenitud que anhelaban.
Me he tomado el espacio exigido para la mención de la mayoría de los elementos propuestos en este largo. Fando & Lis es una obra que da mucho para interpretar, y en eso creo que radica su principal desacierto, pues peca de angurriento en la vociferación de denuncias sociales o figuración de sus metáforas, apiladas una tras otra sin congruencia. Parece un catálogo de situaciones aisladas de un fin narratológico, que no muestra más que independencia entre cada acto subsiguiente. Encontrar el 'maravilloso' mundo de Tar, es el objetivo de los protagonistas, pero esto sirve -sin proponérselo- como referencia para entender que se trata de la misma película y no perdernos en los inanes añadidos a la trama, pues entre encuentro y encuentro (de Fando y Lis con los extravagantes personajes figurantes) se pierde ilación de lo que realmente se quiere contar. No cabe duda de que es una narración muy personal la del chileno, sólo que presta mayor atención en explayarse en sus sentidos figurados que en la propuesta dramática a urdir.
Aún así, esta entrega de finales de los '60 tiene con qué encantar: es apasionada, irónica, hilarante, simpáticamente patética y, lo más importante, indudablemente subjetiva y libre. Fácil denotarlo en cada plano (imagen y sonido) hecho con intención esclarecedora -diría yo-medianamente desaforada.
Los errores técnicos son notorios: empalmes bruscos en el montaje, saltos de continuidad (raccord), planos mal encuadrados, pasados por alto, por cada reseña que haya podido leer referente a este film, para atañerle etiqueta de bodrio. No pienso ser la excepción, Fando & Lis posee el encanto de la osadía y el vértigo que muchas obras ausentan, no sólo en el cine, sino en todo lo que se llama arte, cuya mayor virtud es la libertad expresiva de un autor exento de inhibiciones.
"Jodo" hizo su gana con Fando & Lis, este nos dice mucho a su manera excéntrica de explicar. Nosotros, los espectadores, gozamos del libre albedrío para aventurarnos a verlo a cuestas de un trago amargo tras el visionado. A eso no atenemos, y es un precio estimable a pagar, por la vivencia de una situación límite audiovisual. ¡Vaya falta que me hace!
Mi primer experiencia bizarra fue ovalada (no redonda, para los racionales), con más vistos que aspas. Es un género que atrae si quieres sacar los ojos de órbita cuando el cansancio te induce al sueño, o cualquier otra impresión no recurrente en la rutina aburguesada. A partir de hoy, no leeré sinopsis ni preguntaré: ¿de qué trata?. Simplemente, presionaré PLAY sin antecederlo con preguntas mata-intrigas... La dejo picando o dividida...
Es probable que mañana de postre apetezca una rosa...
1 comentario:
Si alguien merece el título de cineasta surrealista en Latinoamérica, ese es Jodorowsky. Es cierto que la película es de manufactura rudimentaria, pero eso lo hace todo más emocionante. Una experiencia que dejó dolidos, apaleados emocionalmente, a los espectadores del cine-club Arcais, donde creo que se pasó por primera vez en Lima.
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