lunes, 7 de abril de 2008

MIEST KINOOPERATORA (1911) y ROZHDYESTVO OBITATELEI LYESA (1913)

esp. La venganza del camarógrafo y Los insectos de Navidad

de Władysław Starewicz

I.
Maestro indiscutible del stop motion y del titiriteo diminuto. Manipulador de lo apenas visible y casi impalpable, como son insectos, renacuajos y demás elementos mínimos en tamaño, que no impiden hacer gala de destreza en el detalle del acabado sino, al contrario, exponen con grandilocuencia el talento de alguien capaz de otorgarle gesticulaciones, expresiones y emociones a seres no humanos.

Una historia de infidelidad y venganza, con óptica burlesca de a lo que nos llevan las emociones límite. Todos somos parte del juego de un Starewicz hilarante y crítico risueño de la sociedad moderna, de las pulsiones del hombre y del cálculo del mal. Hacer daño está en nosotros, inherente a nuestra conducta egoísta, lo que nos convierte en malditos potenciales de acuerdo a lo apremiante de la circunstancia. ¿A dónde llegamos si damos rienda suelta a nuestros impulsos y placeres? Ver el corto.


II.
La Navidad es el festejo de la fiesta, la festividad del festival; es el día de las sonrisas y de cualquier otro motivo de júbilo. Nadie debe quedar fuera, ni siquiera los preferidos de Starewicz, quienes protagonizan esta evocación a la hermandad y generosidad entre prójimos. Si bien es un alegato cursi y llano, no desvirtua el todo, pues el sentido de esta pieza es precisamente coparnos de melifluidad por el melancólico sentir navideño y la universalidad (¡!) de su espíritu. ¿Se nota que me ha conmovido?

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