En el cuadro del Festival de Lima pude asistir a 6 funciones: (4 de la sección ficción) Una novia errante, de Ana Katz; El otro, de Ariel Rotter; Luz silenciosa, de Carlos Reygadas; la peruana, Una sombra al frente, de Augusto Tamayo; (y 2 de ópera prima) Hamaca paraguaya, de Paz Encina y XXY de Lucía Puenzo... Sin más preámbulos; mis impresiones. Las que -para mí debieron ser las ganadoras:
Sección películas de ficción: Luz silenciosa, de lejos la mejor película del año... y de varios años. El premio en esta ocasión no pudo ser más justo.
Sección películas óperas primas: Hamaca paraguaya. Original, osada, pura y sincera; un trabajo muy personal de una directora que retrata una imagen llana, pero atinada de sus compatriotas. Refleja la esencia de lo indígena como la verdadera identidad y sentir de un pueblo tan humilde como su ancestral pasado. Bochornosa la "Mención honrosa" que recibió por parte del jurado. Aunque no ví la ganadora, El violín, no creo que alcance tal grado de sensibilidad y audacia para desnudar el alma como la ópera prima de Paz Encina.
Sección documental: No presencié ninguna cinta en competencia. La triunfadora fue Santiago, de Joao Moreira Salles. No puedo objetar su triunfo, las críticas hacia ésta fueron muy favorables.
PremioCONACINE: Debió ganar cualquiera menos Una sombra al frente, pues es una muestra más de un cine nacional sin, personalidad ni ambición. Se apela al discurso manido del hombre triunfador con conflictos sentimentales; personajes planos, estereotipados como la historia que la contextualiza. La ostentación de recursos técnicos y artísticos pomposos no la convierten en una obra redonda, es más, sólo baraja su limitación argumental. La ambientación de época solo contextualiza pero no enriquece una historia, esa no es su función. Depender del contexto como timón y base de un film es un error que sólo garantiza el fracaso. "El hábito no hace al monje", y parece que Tamayo, a pesar de sus varios años, aún no aprende esa lección. Una sombra al frente es una película prescindible más de nuestro cine.
Esas son mis impresiones sobre los premios más importantes del 11 Festival de Lima. El saldo final fue irregular: filmes que venían presididos de buenos comentarios en la previa fueron decepcionantes como Una novia errante y El otro. Pero las notables presencias de Hamaca paraguaya y, sobre todo, Luz silenciosa prodigaron bondades y dadivosidad para con todo el festival.
Yo me voy a Polvos en busca de estos títulos... y de cualquier otra sorpresa...
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